Pocas experiencias remueven el corazón de forma tan intensa. La alegría que hemos vivido en Lisboa desborda a veces los ojos en forma de lágrimas y hace vibrar el alma, esa que es imperceptible, y ahora se hace visible a los ojos a través del encuentro.
La experiencia MAG+S nos abrió al mundo entero. En palabras de Alazne “MAGIS ha sido un camino de encuentro conmigo misma. Parar y ver qué palabra me dice Dios. Un camino de apertura a otras culturas, ideas e identidades, dándome cuenta de lo importante que es el cuidado de la casa común.” Después nos encaminamos a la JMJ junto con otros muchos grupos de jóvenes ignacianos. La cercanía con Portugal hizo que pudiéramos disfrutar de un encuentro numeroso de la realidad que vivimos en nuestra Red MAG+S.
¿Dónde has visto a Dios estos días?, preguntábamos a muchos de ellos. Las respuestas son maravillosas: en hablar distintas lenguas pero un mismo lenguaje espiritual, en el abrazo, en la sonrisa, en la escucha, en el servicio, en la celebración… ¡Y vaya celebración! Quedará en nuestra memoria la eucaristía en la que toda la familia ignaciana española nos reunimos el día 2 de agosto en la Iglesia de la Encarnación. El Espíritu sopló a través de la voz de ese coro diverso que unió sus voces, contagiando su alegría a todos los allí presentes. Qué suerte poder estar junto a los colegios de EDUCSI y a las congregaciones de nuestra Red. ¡Qué días para sentirse amado y agradecido!
Cuando ya sentíamos el cansancio, la llegada del Papa Francisco el día 3 de agosto nos renovó con una energía profunda diciéndonos: “Amigos, quisiera ser claro con ustedes, que son alérgicos a la falsedad y a las palabras vacías: en la Iglesia, hay espacio para todos. Para todos. En la Iglesia, ninguno sobra. Ninguno está de más. Hay espacio para todos. Así como somos. Todos. Y eso Jesús lo dice claramente. Cuando manda a los apóstoles a llamar para el banquete de ese señor que lo había preparado, dice: “Vayan y traigan a todos”, jóvenes y viejos, sanos, enfermos, justos y pecadores. ¡Todos, todos, todos! En la Iglesia hay lugar para todos.”
Durante la mañana del 5 de agosto la familia ignaciana comenzó a peregrinar, todos juntos, hasta el Campo da Graça, donde se vivió la Vigilia, una noche muy especial donde pudimos sentir literalmente lo que significa salir a la intemperie y poner nuestra tienda. Por la mañana, la misa de envío oficiada por el santo Padre dio fin a esta Jornada Mundial de la Juventud 2023.
No hay mejor modo de sentir lo que ha significado para estos jóvenes que escucharlos. Este vídeo que compartimos ahora quiere contagiar el fuerte latido que ha supuesto esta experiencia para todos nosotros.